Remedios para curar la gripe

Chica con taza de té

Durante años, las plantas han sido las herramientas curativas por excelencia. Pueden aliviar la intensidad de los síntomas de gripes y resfriados y hacer que duren menos. Su uso refuerza las defensas, por lo que son también preventivas.

Continúa leyendo para que conozcas algunos remedios para curar la gripe progresivamente: 

Primavera para curar la garganta

Esta planta (Primula veris) ejerce una acción balsámica y mucolítica. La decocción de su raíz sirve para despejar la garganta y expulsar mucosidades. Útil cuando la persona se siente acatarrada, con mucha congestión, estornudos e incluso algo de fiebre.

Cómo se toma: Se usa la raíz, pero también sus hojas y flores en infusión. Como puede resultar algo insulsa, si se le quiere dar sabor se le puede agregar zumo de limón.

Hisopo contra la mucosidad

Esta planta ofrece un remedio completo para calmar la tos, despejar la nariz y las vías respiratorias, ya que ayuda a eliminar la mucosidad excesiva. Por su efecto antiséptico, ayuda si el resfriado deriva en una infección gripal.

Cómo se toma: Se mezclan a partes iguales ramilletes floridos de hisopo (Hyssopus officinalis) con menta, a razón de una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua. Se hierve dos minutos y se cuela. Tiene un sabor delicado que la menta realza.

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Violeta contra la tos

Flores de violeta para la gripe

Cuando la gripe se presenta con tos persistente o algo explosiva, la flor de la violeta (Viola odorata) puede ser una opción interesante. Ablanda la tos y descongestiona. Su ácido salicílico ayuda a aliviar el dolor por «trancazo» y la sensación de cabeza pesada. Su efecto sudorífico ayuda a bajar la fiebre.

Cómo se toma: En infusión simple, o bien combinada con pétalos de amapola. La proporción es de una cucharada de la mezcla por taza. Se deja ocho minutos en reposo.

Saúco contra la gripe

Plantar un saúco (Sambucus nigra) cerca de la granja fue en otro tiempo una costumbre sabia, por las posibilidades medicinales de este árbol. Destaca por sus virtudes sudoríficas y diuréticas, muy útiles para combatir los procesos gripales.

Cómo se toma: Las flores de saúco se suelen tomar en infusión combinadas con llantén, que reduce la irritación de las mucosas. Se aconsejan de dos a tres tazas calientes al día. La bebida tiene un sabor dulce y meloso que agrada a muchos.

Jengibre contra el resfriado

El rizoma del jengibre se revela como un gran recurso para combatir los síntomas del resfriado común. Es recomendable para luchar contra los accesos de tos, el dolor muscular, el dolor de cabeza y las décimas de fiebre.

Cómo se toma: Se corta una rodaja de jengibre fresco (o bien 3 g de polvo seco), se añade al agua fría y se hierve cinco minutos. Se deja que repose y se cuela. Se le puede añadir miel para atenuar el sabor fuerte y algo picante del jengibre.

Malva en caso de resfriado agudo

La malva (Malva sylvestris) a menudo constituye la mejor solución para el clásico resfriado que se presenta de repente con una aguda congestión nasal, picor en la garganta y ataques de tos, la mayoría de las veces irritativa.

Cómo se toma: En infusión simple o con semillas de anís verde. La proporción es de una cucharada de la mezcla por taza que se infunde diez minutos y se cuela. La bebida tiene un color oscuro y un sabor herbáceo que el anís consigue endulzar.

Verás que con estos remedios la gripe será cuestión del pasado y para no contagiarte de nuevo, tratar de llevar una vida saludable es una buena opción.

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