Cómo fortalecer tus defensas

Dieta para fortalecer defensas

Ningún suplemento, dieta o modificación del estilo de vida, aparte del distanciamiento físico, y la práctica de una higiene adecuada, puede protegerte del desarrollo de COVID-19.

Las estrategias descritas a continuación pueden fortalecer tus defensas y mejorar tu salud inmunológica, pero no protegen específicamente contra COVID-19.

Varios cambios en la dieta y el estilo de vida pueden fortalecer las defensas naturales de tu cuerpo y ayudarte a combatir los patógenos dañinos u organismos que causan enfermedades.

Fortalecer defensas

5 consejos para fortalecer tus defensas

Si bien es clave que acudas al médico para chequeos rutinarios y posiblemente te recete vitaminas como el neurobion, también puedes fortalecer tus defensas con algunos cambios en tu dieta y estilo de vida. ¡Sigue leyendo!

1. Duerme lo suficiente

El sueño y la inmunidad están estrechamente vinculados.

De hecho, un sueño inadecuado o de mala calidad está relacionado con una mayor susceptibilidad a la enfermedad.

Descansar lo suficiente puede fortalecer tus defensas. Además, puedes dormir más cuando estás enfermo para permitir que tu sistema inmunitario combata mejor la enfermedad.

2. Come más vegetales

Los alimentos de plantas enteras como frutas, verduras, nueces, semillas y legumbres son ricos en nutrientes y antioxidantes que pueden darte una ventaja contra los patógenos nocivos.

Los antioxidantes en estos alimentos ayudan a disminuir la inflamación al combatir los compuestos inestables llamados radicales libres, que pueden causar inflamación cuando se acumulan en tu cuerpo en niveles altos.

La inflamación crónica está relacionada con numerosas afecciones de salud, como enfermedades cardíacas, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.

Mientras tanto, la fibra en los alimentos vegetales alimenta tu microbioma intestinal o la comunidad de bacterias saludables en su intestino. Un microbioma intestinal robusto puede mejorar tu inmunidad y ayudar a evitar que los patógenos dañinos ingresen a tu cuerpo a través de tu tracto digestivo.

Además, las frutas y verduras son ricas en nutrientes como la vitamina C, que puede reducir la duración del resfriado común.

3. Come grasas más saludables

La dieta es clave para fortalecer tus defensas, por ello, te sugerimos ingieras más grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el salmón, ya que pueden aumentar la respuesta inmune.

Aunque la inflamación de bajo nivel es una respuesta normal al estrés o las lesiones, la inflamación crónica puede suprimir tu sistema inmunitario.

El aceite de oliva, que es altamente antiinflamatorio, está relacionado con una disminución del riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a tu cuerpo a combatir las bacterias y virus dañinos que causan enfermedades.

Los ácidos grasos Omega-3, como los de las semillas de salmón y chía, también luchan contra la inflamación.

Alimentos con Omega 3

4. Haz ejercicio moderado

El ejercicio es parte de una vida saludable, también es clave para aumentar la efectividad de tus defensas.  ¡Comienza ya!

Además, el ejercicio regular y moderado puede reducir la inflamación y ayudar a que tus células inmunes se regeneren regularmente.

Caminata, andar en bicicleta, trotar, y nadar son algunos de los ejemplos de actividad física que pueden mejorar tus defensas. 

5. Mantente hidratado

La hidratación no necesariamente te protege de gérmenes y virus, pero prevenir la deshidratación es importante para tu salud en general.

La deshidratación puede causar dolores de cabeza y dificultar tu rendimiento físico, concentración, estado de ánimo, digestión y función cardíaca y renal.

Además, es importante mantener hidratada tu piel y esto lo puedes lograr bebiendo agua todos los días de manera moderada. Se recomiendan de 2 a 3 litros diarios.

Chica bebiendo agua

Puedes hacer varios cambios en el estilo de vida y en la dieta hoy para fortalecer tus defensas. Estas recomendaciones son sencillas pero pueden hacer una gran diferencia.

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