Jessica Harvey El cheesecake es un postre favorito en todo el mundo, si bien muchos asumen que tiene su origen en Nueva York, en realidad se remonta a mucho más atrás.
¡Retrocedamos más de 4.000 años a la antigua Grecia! Siéntate, toma una porción cremosa de pastel de queso y aprende todo sobre la rica historia de este postre favorito.
El postre favorito viaja por el mundo
El primer “pastel de queso” pudo haber sido creado en la isla griega de Samos. Los antropólogos físicos excavaron allí moldes de queso que datan de alrededor del año 2000 a. C.
Es muy probable que el queso y los productos de queso hayan existido durante miles de años antes de esto, pero antes de esto se remonta a la prehistoria, por lo que vamos a nunca se sabe realmente En Grecia, la tarta de queso se consideraba una buena fuente de energía.
Los ingredientes simples de harina, trigo, miel y queso se formaron en un pastel y se hornearon, ¡muy lejos de las recetas más complicadas disponibles en la actualidad!
Primera receta de cheesecake
Al escritor Athenaeus se le atribuye haber escrito la primera receta griega de tarta de queso en el año 230 d. C.
Cuando los romanos conquistaron Grecia, la receta de la tarta de queso fue solo un botín de guerra. Lo modificaron incluyendo queso triturado y huevos.
A Marcus Cato, un político romano del siglo I a. C., se le atribuye haber registrado la receta romana de tarta de queso más antigua que se conoce.
A medida que los romanos expandieron su imperio, trajeron recetas de tarta de queso a los europeos.
Gran Bretaña y Europa del Este comenzaron a experimentar con formas de darle su propio toque único a la tarta de queso.
En cada país de Europa, las recetas comenzaron a tomar diferentes formas culturales, utilizando ingredientes nativos de cada región.
En 1545 se imprimió el primer libro de cocina. Describió el pastel de queso como un alimento dulce a base de harina.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII que la tarta de queso comenzó a parecerse a algo que reconocemos hoy.
Adición de ingrediente exclusivo
El queso crema fue una adición al pastel y desde entonces se ha convertido en un ingrediente básico.
En 1872, un granjero lechero de Nueva York intentaba replicar el queso francés Neufchatel.
En cambio, descubrió accidentalmente un proceso que resultó en la creación del queso crema.
Tres años más tarde, el queso crema se empaquetó en papel de aluminio y se distribuyó a las tiendas locales con la marca Philadelphia Cream Cheese.
La marca Philadelphia Cream Cheese fue comprada en 1903 por Phoenix Cheese Company, y luego fue comprada en 1928 por Kraft Cheese Company. Kraft continúa elaborando este mismo delicioso postre favorito con el que todos estamos familiarizados hoy.
